Curtido (23)


Podemos ponerle un poquito de atención a Elle (2016). Thriller rítmico, policiaco ameno, pero con cierta mucosidad oscura a la vez, y un personaje memorable, a cargo de la memorable Isabelle Huppert.
        
Memorable, también, resultó ser la Jackie (2016) de Pablo Larraín (al contrario, su Neruda me aburrió tremendamente). Nos lleva de la mano, con elegancia descriptiva y psicológica, por esos turbios momentos, horas y días que siguieron al asesinato de Kennedy, mientras se enfoca en aquella compleja, nada obvia, Primera Dama, llamada Jackie Kennedy. Es de Pablo Larraín, la peli, pero con la misma intensidad se podría decir que es de Natalie Portman. ¿Nos ha de extrañar que la hayan nominado a los Oscar como mejor actriz? No. Como tampoco nos extraña que hayan nominado a Meryl Streep –maestra de maestras– por Florence Foster Jenkins (2016). ¿Es justo de otra parte que hayan nominado en la misma categoría a Ruth Negga, no a Viola Davis, relegando a esta a actriz de reparto? ¿Con cuál criterio? No digo que la primera no tenga algún mérito, pero si de méritos estamos hablando… A Ruth Negga la pusieron por su participación en Loving (2016), ese drama que guarda cierto paralelismo con Lion (2016), en cuanto a que no pasa tanto como se pretende, y como de plano quisiéramos. Y si pasa algo es a nivel más que nada simbólico, no narrativo. No estamos devaluando la historia de esta pareja interracial (de la vida real) que se atrevió a confrontar el sistema a los más altos niveles, pero de ahí a decir que la trama de la cinta es fascinante, pues no.
        
En la categoría de hombres, nos alegramos que hayan ubicado a Viggo Mortensen por su rol en Captain Fantastic (2016), película de humor indie y drama que nos dirige, me parece, a ese centinela necesario, a esa hebra de conciencia americana llamada Thoreau. Mortensen siempre hace bien lo que hace, aunque le hemos visto roles incluso superiores.
        
Creo que puedo prescindir de hablar de Kubo and the Two Strings (2016), abundantemente nula. Creo que puedo decir que Fantastic Beasts and Where to Find Them (2016) es superentretenida y solo eso. Creo necesario afirmar que Suicide Squad (2016) es lo peor de Hollywood en su peor expresión. Creo que nos hubiera gustado que Doctor Strange (2016) nos gustara un poco más, aunque sí nos gustó un poquito. Creo que Star Trek Beyond (2016) es buena y olvidable. Creo que Allied (2016) es un drama moral interesante, tan simple como complejo (Brad Pitt, Marion Cotillard). Creo que sí vale la pena echarle un vistazo a Passengers (2016), pues también tiene su cosa moral, en una atmósfera sci fi que tampoco nos congela o nos pone a dormir. Creo que tanto Deepwater Horizon (2016) como Sully (2016), dos survival flicks entresacados de la vida real, van a agradarle a algunos de los amables lectores.
        
Termino hablando de Silence (2016), de Scorsese. Un viaje conradiano a través de la angustia física, moral, nacional, cultural y religiosa. Sin impulsos innecesarios, avanza. Se la he recomendado a mis colegas budistas, para que los budistas nos vayamos enterando de cómo el budismo, en ciertas circunstancias históricas y sociales, también es capaz de dar un rostro muy feo. Pero no es que Scorsese sea antibudista, o de otro modo no hubiera hecho Kundun (1997). Con Silence acrecienta su filmografía religiosa, en la cual está inscrita por supuesto La última tentación de Cristo (1998).
        

(Contraluz publicada el 3 de marzo de 2016 en Contrapoder.)

facebook.com/maurice.echeverria
contraluminoso.blogspot.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario